Cada 23 de junio escribo sobre sardinas. Y a veces sobre cerezas, que si ahora en Galicia junio es mes de sardinas (los periódicos llevan días hablando del incremento de sus precios) antes lo era de cerezas. Cuándo mi padre era joven en O Valadouro se probaban las cerezas el día de San Juan, pero si hoy quedan allí cerezos las cerezas posiblemente ya se comieron. Cosas, supongo, del cambio climático.
Ahora junio es mes de sardinas. Y no porque estén ahora en su mejor momento, sino porque desde hace pocas décadas este pescado no puede faltar al lado de las hogueras de San Juan, mezclado con churrascos y chorizos, que poco a poco se van haciendo dueños de la noche e incluso puede que en un tiempo no muy lejano acaben dejando las sardinas en segundo lugar.
Dice el refrán que “por San Juan ya la sardina moja el pan”. Un dicho que anuncia que comienza la buena temporada de este pescado, que conseguirá sus mejores momentos bien entrado el verano.
Junio es ahora mes de sardinas como antes fue de cerezas y antes de fresas, que se comían, pienso que robados, en la ciudad de A Coruña después de las hogueras de San Juan, hace, eso sí, alrededor de un siglo.
No volveré hoy sobre lo ya publicado en los últimos años, que se puede leer aquíaquí e aquí, pero aprovecho para recordar que en julio, los días 17 y 18, Vilaxoán (Vilanova de Arousa), vuelve a festejar las sardinas revenidas

Recogido en: http://www.colineta.com/page/29/